Si no has encontrado ejemplos de pensamientos negativos en la lista anterior, aquí tienes otras cosas negativas de la vida sobre las que podrías estar reflexionando.
Lo ideal sería habituarse a tales estímulos para conseguir que nuestra mente se acostumbre a que estén allí y no se despierten pensamientos negativos pero, en caso de ser demasiado intensos y que sea posible evitarlos sin que afecte demasiado a nuestras vidas, evitarlos es una buena opción.
Nuevo pensamiento: Me respeto y me quiero lo suficiente como para dejar ir la ira y vivir en paz. Soy capaz de disipar mi ira y canalizarla de un modo más productivo
Los factores internos también influyen significativamente en el pensamiento negativo. Estos incluyen:
Los pensamientos negativos suelen ser producto del razonamiento que la persona le ha dado a una situación desagradable.
“Había cocaína por todas partes”: revelan el oscuro contexto en el que se rodó un clásico infantil de los 80
Es critical aprender a reconocerlas para comenzar a desarticularlas, como si se tirara de un hilo para deshacer un nudo interno.
Al reconocer estos factores personales, puedes trabajar activamente para cambiarlos y fomentar una mentalidad más saludable.
Por ejemplo, si un amigo cancela planes contigo, podrías pensar que es porque nadie realmente quiere more info pasar tiempo contigo. Esta tendencia a personalizar puede afectar tu autoestima y tu autoimagen de forma negativa.
Autoestima baja: Sentirse insuficiente o no valorado puede llevarte a pensar que solo ocurren cosas malas.
Por ejemplo: Un niño que ha sufrido bullying en el colegio, puede llegar a creer que todas las personas a su alrededor de alguna u otra forma quieren hacerle daño.
Patrones de pensamiento aprendidos: Las creencias limitantes adquiridas durante la infancia afectan tu capacidad para ver lo positivo.
Siente que su vida se ha acabado y que nada bueno le va a pasar en el futuro. Muchas personas, cuando se enteran de un diagnóstico incurable o si se encuentran postradas en cama durante algún tiempo o viven con dolor durante varios años, empiezan a ver el mundo con colores oscuros.
Se manifiestan en pensamientos como “todo me sale mal”, “nadie me quiere” o “nunca me eligen”, que se convierten en afirmaciones rígidas y difíciles de cuestionar.